Gustavo Adolfo Huerta Benitez nació en noviembre de 1958 en la Ciudad de México, siendo el cuarto hijo de cinco hermanos.
Pertenece a una familia grande y numerosa que tiene muchos músicos.
De niño tuvo un accidente y perdió parte de la visión del ojo derecho, nunca se dio cuenta que no podía leer cosas pequeñas. Aprendió a tocar instrumentos musicales sin poder leer las notas escritas.
Jamás ha tenido un piano propio, tuvo que improvisar muchas formas de aprender a tocar los himnos.
Le gustaba poner sonidos a las cosas que veía y todas las cosas le causaban inspiración para componer su propia música .
Prácticamente siempre tocó himnos en la iglesia y desde niño es a lo que se ha dedicado.
Tuvo un accidente a los 8 años que le causó un daño en el sistema psicomotor y eso causó que no pudiera coordinar muchos movimientos corporales , entre ellos tocar el piano. Le causaba mucho dolor tocar, pero la necesidad en la iglesia de tener música fue siempre su motivación.
Una maestra de piano le ayudó a superar ese problema exigiéndole y animándolo a continuar.
Su técnica es una mezcla de adaptación particular para sus manos torpes.
A los 22 años se casó con Noemi Mancilla Martínez con quién tuvo 5 hijos, algunos de ellos también son músicos dedicados a la música en la iglesia.
Actualmente es pastor de una Iglesia Evangélica en el estado de TLAXCALA y tiene casi 40 años predicando la palabra de Dios y enseñando a la gente mejor calidad de vida.
Su mayor sueño ha sido viajar y dar a conocer su historia a detalle.
Ha viajado casi por todo el continente Americano. Ir a estudiar a Austria o a Inglaterra fue el sueño que siempre quiso cumplir.
Sus estudios en parte fueron en el Conservatorio Nacional de Música de la Ciudad de México y en el Instituto Nacional de las Bellas Artes, aunque siempre aplicó sus propios métodos a él mismo y a sus alumnos.
Cerca del año 2000 se empezó a enfermar y poco a poco solo se fue dedicando exclusivamente a las labores del pastorado.
Tiene composiciones para jóvenes y niños que nunca ha dado a conocer.
Pero mientras tiene vida piensa en grabarlas poco a poco para dejarlas como un legado a las siguientes generaciones.
Gustavo Huerta es un hombre que se describe a sí mismo como una persona preocupada por las dificultades sociales, económicas, morales de la gente y no soporta ver a la gente llorar ni sufrir si el los puede ayudar.
Fundó una Asociación Civil para velar por los más desposeídos poniendo sus propios recursos para hacerlo. Suele tener amigos que comparten su sentir y juntos ayudan a la gente en las zonas de desastre .
No le gustan los títulos ni de maestro ni de pastor, se llama a sí mismo“Soy Gustavo Huerta” y así quiere ser recordado.
Por el momento se siente cansado y se levanta cada día a luchar agradecido por la oportunidad de vivir.
En los últimos años sólo le obsesiona enseñar a la gente que Dios ayuda y que nunca deben perder la esperanza.
«Buen siervo fiel y prudente» espera oír cuando se encuentre con su Salvador.
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